domingo, 30 de octubre de 2011

ALGUNOS PUNTOS DE VISTA SOBRE VAMPIROS-SOME VIEWS ON VAMPIRES

Hola queridos amigos/as hoy les anuncio unos simples puntos de vista de los vampiros, yo no soy uno para aceptarlas y decirlas que son siertas solo son mis puntos de vista.
¿ Por que los vampiros no aparecen y demuestran su existencia ?
R-. Yo digo que es por su protección ya que nosotros los humanos y la sociedad no los tomaríamos de una forma buena les haríamos examenes muestras de sangre y cosas que no les daríamos comodidad y espacio. Después habría gente como religiosos o otros tipos en general en contra de ellos los casarían. ¿ Por que ? Por miedo la mayoría les tendría miedo y los verían como amenaza y los buscarían y casarían a diario hasta extingirlos.
¿ Como son ?
R-. Para empezar según libros,historias,leyendas las cuales todos conocen obviamente pálidos,con colmillos largos,destreza,agilidad,fuerza sobre humana y una belleza abundante con la cual atraían a sus victimas humanas no es como se dice ser en las películas. Y su forma de ser pues es difícil saberla ya que  solo algunas personas relatan haber hablado con "vampiros reales" son educados y respetuosos e intelectuales amates del arte y cultura, aparte que creo que no les agrada que la gente se crea vampiro y hable cosas sin sentido sobre ellos .
¿ Como se debe tratar a un vampiro ?
Primero con el respeto que se mere sen ya que son una especie superior a la nuestra y no estar los molestando con peticiones que no las cumpliran amenos que ellos acepten o la deseen hacer.
Bueno eso nomas hasta aora que tengan un buen día o una buena noche suerte a todos y gracias por ver mi blog atentamente Lestat.
Hello dear friends today I am announcing a few simple points of view of vampires, I'm not one to accept them and say them that are siertas are only my views.
 Why do vampires do not appear and prove their existence?
 R-. I say it's for your protection as us humans and not the society would take in a good way they would do tests blood samples and things that would give them comfort and space. Then there would be people such as religious or other types in general against them marry. Why? Fearing they would fear most and as a threat and would seek and get married every day until extinguished.
 How are they?
 R-. To begin as books, stories, legends which obviously everyone knows pale, with long fangs, dexterity, agility, superhuman strength and beauty which attracted generous with their human victims is not as is said to be in movies. And his way of being it is difficult to know it because only some people report having spoken with "real vampires" are polite and respectful and intellectual amethyst art and culture, besides I think they do not like people to believe things vampire and talk nonsense about them.
 How do you deal with a vampire?
 First with the respect they deserve sen because they are a superior to ours and not bother them with requests that do not fulfill them enjoyable for them to accept or want to do.
 Well that even aora nomas have a good day or good night luck to all and thanks for watching my blog closely Lestat.

jueves, 27 de octubre de 2011

Voltaire. Diccionario Filosófico, tomo VI, p. 180-183

" (...) ¿Es posible que haya vampiros en el siglo XVIII, después del reinado de Locke, de
Saftersbury, de Trenchard y de Collins? ¿Y en el reinado de d'Alembert, de Diderot, de Saint
Lambert y de Duclós se cree en la existencia de los vampiros, y el reverendo benedictino dom
Agustín Calmet imprimió y reimprimió la historia de los vampiros con la aprobación de la
Sorbona?

Los vampiros eran muertos que salían por la noche del cementerio para chupar la sangre a los
vivos, ya en la garganta, ya en el vientre, y que después de chuparla se volvían al cementerio y
se encerraban en sus fosas. Los vivos a quienes los vampiros chupaban la sangre, se quedaban
pálidos y se iban consumiendo; y los muertos que la habían chupado engordaban, les salían los
colores y estaban completamente apetitosos. En Polonia, en Hungría, en Silesia, en Moravia,
en Austria y en Lorena, eran los países donde los muertos practicaban esa operación. Nadie oía
hablar de vampiros en Londres ni en París. Confieso que en esas dos ciudades hubo agiotistas,
mercaderes, gentes de negocios que chuparon a la luz del día la sangre del pueblo; pero no
estaban muertos, sino corrompidos. Esos verdaderos chupones no vivían en los cementerios,
sino en magníficos palacios.

¿Quién es capaz de creer que la moda de los vampiros la adquirimos de Grecia? No de la
Grecia de Alejandro, de [p. 181] Aristóteles, de Platón, de Epicuro y de Démostenes, sino de la
Grecia cristiana y por desventura cismática.
Hace mucho tiempo que los cristianos del rito griego creían que los cuerpos de los cristianos
del rito latino, que se enterraban en Grecia, no se pudrían, porque estaban excomulgados.
Creían precisamente lo contrario que nosotros los cristianos del rito latino, que creemos que los
cuerpos que no se corrompen son los que tienen impreso el sello de la bienaventuranza eterna, y
en cuanto se pagan a Roma cien mil escudos por la canonización de cada santo, tributamos a
éste la adoración de dulía.

Los griegos están convencidos de que sus muertos son hechiceros, y les dan el nombre de
broucolacas. Los muertos griegos van a las casas a chupar la sangre de los niños, a comerse la
cena de los padres y de las madres, a beberse el vino y a romper todos los muebles. Sólo puede
hacérseles entrar en razón quemándolos cuando los atrapan; pero se necesita tener la
precaución de no ponerlos en el fuego hasta después de haberles arrancado el corazón, que
debe quemarse aparte.

El célebre Tournefort, emisario que mandó a Levante Luis XIV, lo mismo que otros
aficionados, fue testigo de algunas jugarretas atribuidas a uno de los broucolacas y de la citada
ceremonia.

Después de la maledicencia nada se comunica tan rápidamente como la superstición, el
fanatismo, el sortilegio y los cuentos de aparecidos. Pronto hubo broucolacas en Valaquia, en
Moldavia y en Polonia, aunque esta nación pertenece al rito romano y no le faltaba más que
esta superstición, que se transmitió a toda la parte oriental de Alemania. Continuamente
estuvieron ocupándose de los vampiros desde 1730 hasta 1735; los espiaron, les arrancaron el
corazón y los quemaron; pero semejantes a los antiguos mártires, cuantos más quemaban más
aparecían.

Calmet fue su historiógrafo, y se ocupó de los vampiros, como antes se había ocupado del
Antiguo y del Nuevo Testamento, refiriendo fielmente todo lo que sobre esta materia habían
dicho antes que él.

Debe ser una cosa curiosísima examinar los procesos verbales jurídicamente entablados a los
muertos que salieron de sus fosas para chupar la sangre a los niños y a las niñas de la
vecindad. Calmet refiere que en Hungría dos empleados que para este objeto nombró el
emperador Carlos VI, con el bailío y el verdugo, fueron a formar causa a un vampiro, muerto
seis semanas antes, que chupaba la sangre de los niños de la vecindad, y le encontraron cerrado
en el ataúd, fresco, robusto, con los ojos abiertos y pidiendo de comer. El bailío dictó la
sentencia; el verdugo arrancó el corazón al vampiro, y después de esta [p. 182] operación ya
no chupó la sangre a nadie. Después de este caso nadie debe atreverse a dudar de los muertos
resucitados que llenan las antiguas leyendas, ni de ninguno de los milagros que refieren
Bollandus y el sincero y reverendo Ruinard.

Encontramos historias de vampiros hasta en las Cartas judías de Argens, a quien los jesuitas
acusaron de incrédulo y que luego saborearon su triunfo, cuando el citado autor refirió la
historia del vampiro de Hungría, y dieron gracias a Dios y a la Virgen por la conversión de
Argena. He aquí lo que dijeron del referido autor: «El famoso incrédulo que dudó de la
aparición del ángel a la Virgen, de la estrella que vieron los Reyes Magos, de que se curaran
los poseídos, de que se ahogaran dos mil cerdos en un lago, del eclipse que hubo de sol en luna
llena, de los muertos que se paseaban por Jerusalén; tocado por la divina gracia, se iluminó su
espíritu, y cree en la existencia de los vampiros».

La gran cuestión que hubo entonces fue averiguar si aquellos muertos resucitaron por su
propia virtud, por el poder de Dios o por el poder del diablo. Los grandes teólogos de Lorena,
de Moravia y de Hungría hicieron públicas sus opiniones y su ciencia. Recordaron todo cuanto
antes San Agustín, San Ambrosio y otros santos dijeron más ininteligible respecto a los vivos y
a los muertos. Trajeron a colación todos los milagros de San Esteban que están incluidos en el
séptimo libro de las obras de San Agustín, y he aquí uno de los más curiosos. Quedó aplastado
un joven en África en la ciudad de Aubzal bajo las ruinas de una muralla, y la viuda fue
inmediatamente a invocar a San Esteban, de quien ella era devota, y San Esteban resucitó al
aplastado, al que le preguntaron qué es lo que había visto en el otro mundo: «Señores, contestó
a los que le preguntaban: cuando mi alma salió de mi cuerpo, encontró infinidad de almas que
le hicieron la misma pregunta respecto al mundo. Yo iba no sé a donde cuando encontré a San
Esteban, que me dijo: «Devolved lo que habéis recibido». Yo le repliqué: «¿Qué queréis que os
devuelva si nunca me disteis nada?» Me repitió tres veces: «Devolved lo que habéis recibido».
Entonces comprendí que quería hablar del Credo. Recé el Credo, y en seguida me resucitó.
Citaron además los referidos teólogos las historias que refiere Sulpicio Severo en la vida de
San Martín, y probaron que entre los muertos que resucitó San Martín devolvió la vida a un
condenado; pero todas esas historias, aunque sean verdaderas, no tenían nada que ver con los
vampiros que chupaban la sangre de los niños y luego volvían a meterse en sus ataúdes.
Buscaron también en el Antiguo Testamento y en la mitología algún vampiro que pudieran
presentar como caso antiguo; no [p. 183] encontraron ninguno, pero probaron, sin embargo,
que los muertos comían y bebían, fundándose en que algunos pueblos antiguos les metían
alimentos en las fosas.

Cuestionaron también si comía el alma o el cuerpo del muerto, y quedó decidido que comían la
una y el otro. Los platos más delicados y de poca substancia, como los merengues y la crema,
se los comía el alma, y el rost-bif y el bifs-teak se los comía el cuerpo.
Decían que los reyes de Prusia fueron los primeros que después de muertos se hacían servir
alimentos, y que los imitaban casi todos los reyes de entonces, pero fueron los frailes los que se
les comían la comida y la cena y los que se les bebían el vino; de modo que, hablando con
propiedad, los reyes no eran vampiros; los verdaderos vampiros son los frailes, que comen a
expensas de los reyes y de los pueblos.

Verdad es que San Estanislao, que había comprado gran extensión de terreno a un
gentilhombre polaco y no se lo había pagado, perseguido por los herederos ante el rey Boleslao,
resucitó a dicho gentilhombre; pero fue únicamente para pagarle la deuda, y no se dice que
diera ni un solo vaso de vino al vendedor, que se volvió al otro mundo sin comer ni beber.
Se agita con frecuencia la grave cuestión de si puede absolverse al vampiro que murió
excomulgado; no soy teólogo bastante profundo para decidirlo; pero por mi parte yo lo
absolvería porque cuando hay que escoger entre dos partidos dudosos, debe elegirse el más
benigno.

El resultado de todo es que una gran parte de Europa estuvo infestada de vampiros durante
cinco o seis años, y que hoy ya no existen; que hubo convulsionarios en Francia durante más de
veinte años, y que hoy ya no los hay; que resucitaron muertos durante algunos siglos, y que
hoy ya no los resucitan; que tuvimos jesuitas en España, en Portugal, en Francia y en las Dos
Sicilias, y que hoy ya no los tenemos (...)"

Dom Augustin Calmet -Dissertation sur les vampires

Dom Agustin Calmet fue un benedictino de la congregación de St. Vannes. En 1746 publicó un largo tratado titulado "Dissertation sur les apparitions des esprits et sur les
vampires et revenants" (Tratado acerca de las apariciones de espíritus y acerca de los vampiros y revinientes), en dos volúmenes. El libro logró gran difusión en su época, siendo considerado como el primer estudio amplio respecto a los vampiros en Europa.
Gran erudito de su época, autor de numerosos ensayos de temas religiosos y de un elaborado y reconocido comentario bíblico, comenzó a interesarse por extrañas "nuevas modalidades de apariciones" que, según él, habían comenzado unos sesenta años atrás -en aquel momento y lugar-. Fruto de este interés y gracias a sus relaciones personales con otros clérigos de la Europa de la época, Calmet consiguió reunir información suficiente como para escribir un tratado.
Aunque la intención original de Calmet era centrarse en el vampirismo, a lo largo de su investigación fue recopilando otras informaciones sobe otros fenómenos y apariciones de tipo más clásico, por lo que decidió publicarlas por separado. Finalmente publicó su obra en dos volúmenes. El primero: "Tratado de las apariciones de los ángeles, de los demonios y de las almas de los difuntos" y el segundo: "Disertación sobre los revinientes en cuerpo, los excomulgados, los upiros o vampiros, brucolacos, etc."
La publicación obtuvo de inmediato un gran éxito con repetidas ediciones a lo largo del tiempo, aunque a Calmet le costó convertirse en el blanco preferido de las burlas de los iluminados e incluso los católicos dejaron de tener en consideración sus antiguos tratados bíblicos. Su nombre hoy en día aparece casi exclusivamente ligado al tema del vampirismo en bibliografías relacionadas .
"los que los creen verdaderos me acusarán de temeridad y de presunción, por haberlos puesto en duda, o incluso haber negado su existencia y su realidad; los otros me echarán en cara haber empleado el tiempo en tratar esta materia, que pasa por frívola e inútil en el espíritu de muchas gentes de buen sentido"
"Los revinientes de Hungría, o vampiros, [...] son unos hombres muertos desde hace un tiempo considerable, más o menos largo, que salen de sus tumbas y vienen a inquietar a los vivos, les chupan la sangre, se les aparecen, provocan estrépito en sus puertas y en sus casas, y, en fin, a menudo les causan la muerte. Se les da el nombre de vampiros o de upiros, que significa en eslavo, según dicen, sanguijuela".

Evidencias Históricas de Vampirismo

La creencia en vampiros, demonios y otros seres de la oscuridad se remonta tiempos tan antiguos como los orígenes mismos de la humanidad. Desde entonces, a lo largo de los siglos, cualquier humano de cualquier cultura ha podido experimentar el miedo-atracción a los vampiros con la misma facilidad que aún hoy cualquiera podría...
Por supuesto esto hace que a lo largo de toda la historia se acumulen escritos, relatos, leyendas, supersticiones, etc... que hacen directamente referencia al tema del vampirismo y a la existencia de vampiros, así como al temor desencadenado por estos seres nocturnos siempre misteriosos.
Sin embargo, entre esta gran proliferación de documentos y textos escritos que de algún modo aluden al vampirismo, es difícil, a veces, separar aquello que puede tener una base real de aquello otro que es contenido puramente "literario" (ficción, fantasía... sin más).
Debido a esto, al margen de la existencia de muchas otros documentos y "pruebas" que podrían ser incluidos en esta sección, hemos querido prestar especial atención a dos autores, presentando brevemente algunos de sus escritos, por la especial relevancia que en su tiempo pudieron tener tanto sus opiniones como los propios personajes. Se trata, por un lado, del filósofo Voltaire -personaje cuya racionalidad y prestigio no puede ser puesto en duda en modo alguno- y por otra parte, acercándonos a un punto de vista más religioso, el padre Agustín Calmet -gran erudito y estudioso que, en su tiempo, dedicó gran parte de su vida al estudio de temas como el vampirismo y las apariciones, publicando al respecto extensos volúmenes con todos los detalles de sus estudios y conclusiones-.

VAMPIRO

Un vampiro es un muerto viviente dotado de una enorme fuerza y poder, que mantiene su inmortalidad bebiendo la sangre de seres vivos.

El origen de los vampiros
...
Los vampiros o, como les gusta autodenominarse, los vástagos, existen desde los tiempos más antiguos que recuerda el hombre. Sobre su origen hay dos teorías principales:

La primera señala a Lilith, Reina de la Noche, Madre de los Demonios y primera mujer de Adán, como la auténtica y primigenia vampiresa. Creada por Dios a la vez que Adán, resultó tener un alma demasiado oscura y retorcida. No engendró más que espíritus del mal, por lo que fue apodada “Monstruo de la Noche”. Eran famosos sus festines de sangre noche tras noche e, incluso, se dice que seducía a hombres mientras dormían para conseguir aumentar su diabólica descendencia, conocida como Súcubos.

La segunda teoría señala a Caín como el vampiro original, de ahí que los vampiros también sean conocidos como “cainitas”. Cuando Caín mató a su hermano Abel fue desterrado a las tierras de Nod y allí fue condenado a vagar llevando consigo una maldición. Temería al sol de por vida y sentiría una sed insaciable de sangre. En su exilio coincidió con Lilith, que le enseñó a canalizar el poder de la sangre para aumentar su fuerza como vampiro.

Aunque la historia de los vampiros se remonta milenios atrás, su máximo apogeo se produjo entre los siglos XV y XVI en Europa, principalmente en Rumanía y Hungría. De hecho, Transilvania, región central de Rumanía, es conocida por ser la cuna de los vampiros y donde pasó gran parte de su vida el más famoso de todos ellos; el conde Vlad Drakul, más conocido como conde Drácula o, también, como “el Empalador”, apodo que ganó debido al gran placer que sentía comiendo ante los cuerpos empalados de sus enemigos. Vlad Drakul fue uno de los más crueles vampiros de la historia y extendió su mal por Alemania y, más tarde, al resto de Europa.

VAMPIROS Y MURCIELAGOS

Los vampiros se han relacionado desde siempre con la figura del murciélago. Esta asociación también puede tener su origen en las zonas transilvanas, donde los murciélagos mordían a seres vivos para succionar su sangre. Se piensa que transmitían la rabia y por eso los humanos infectados comenzaban también a succionar y a transmitir la enfermedad al resto de seres vivos.

Otra leyenda habla de un tipo especial de vampiro-murciélago llamado azemán, muy frecuente en Sudamérica, que tiene la forma de una mujer durante el día y por la noche se transforma en un murciélago. Cada noche sale de caza en busca de nuevas víctimas para arrancarles un dedo del pie. Cuando la sangre brota, el vampiro bebe hasta quedar saciado y, al llegar el día, vuelve lleno de vida a su forma de mujer.

Lo cierto es que algunos vampiros son capaces de transformarse en murciélagos de forma natural, como lo hace un licántropo. Esta forma les permite escapar rápidamente de un enemigo o, incluso, entrar en las casas de mortales sin su consentimiento, cosa que no pueden hacer cuando están en su forma de vampiro, al no ser que reciban una invitación formal.

EL BESO DE UN VAMPIRO

Detectar a un vampiro

Existen signos inequívocos para saber que estamos ante un vampiro. A los días de fallecer el sospechoso se abre la tumba y se examina el cuerpo. El cadáver de un vampiro no se descompone, y, a pesar de su palidez y rostro ojeroso, sobre todo si no se ha alimentado recientemente, presenta un aspecto casi saludable que persiste por más que pasen los días....

Los nuevos vampiros siempre vuelven a su tumba durante el día, pero con los años pueden descansar en casas y mansiones que habilitan para este fin y donde ubican sus ataúdes.

El beso del vampiro

La forma de generar un nuevo vampiro no es muy complicada si se tiene el suficiente autocontrol. Solamente un vampiro puede crear a otro mediante “el beso del vampiro”; cuando una víctima se encuentra ante un vástago es muy fácil que quede hipnotizada y seducida por éste, entonces el vampiro busca la arteria carótida de su víctima (los vampiros prefieren la sangre limpia), a la que accede fácilmente desde el lateral del cuello, y clava sus colmillos con una gran precisión. De este modo puede beber de la víctima todas las veces que necesite sin que se desangre excesivamente. Este proceso puede durar varios días o algunos minutos, dependiendo del beso, pero suele concluir de la misma forma; la víctima muere de debilidad. Una vez que ya no queda sangre del mortal, justo en su último hálito de vida, el vampiro creador llena con su propia sangre el cuerpo de la víctima. Una sola gota de sangre vampírica sobre la boca del fallecido es suficiente para que despierte la Sed y comience a beber. Pasados unos días o, puede que incluso unas pocas horas, el muerto despierta en su tumba como un nuevo vástago.

No todos los “besos de vampiro” acaban con un nuevo vástago. Si el mortal no es desangrado y no muere, pero ha bebido la sangre de un vampiro, sigue viviendo normalmente aunque adquiere una nueva fuerza y vitalidad. Le afecta menos el paso del tiempo y su aspecto es de lo más saludable, pero se crea una dependencia con el vampiro de manera que podríamos decir que pasa a ser su “esclavo”, creando también un vínculo sexual, y haciendo todo lo que el vampiro le pida por un poco más de su sangre.

Nueva “vida” para el vampiro

El nuevo vampiro conserva el mismo aspecto que tenía cuando estaba vivo, aunque los más observadores notarán una mirada distinta, más primaria, cruel y salvaje. La mirada de un depredador cuyos sentidos son ahora más agudos. Su cuerpo no proyecta sombra alguna y desaparece su reflejo en el espejo. También empiezan a destacar sus alargados incisivos, normalmente contraídos hasta el momento de la caza, las orejas ligeramente más puntiagudas, el mal aliento y, en algunos casos, el vello abundante en las palmas de las manos.

Al cuerpo del neonato llega, también, la muerte de los órganos. El corazón no late, los pulmones no respiran y el estómago tampoco hace la digestión. De ahí que el único alimento que necesita un vampiro sea la sangre de un ser vivo, y la necesita, precisamente, para impedir que continúe el proceso de putrefacción de su cuerpo mortal. Esta sangre no pasa ya por venas ni arterias, si no que se distribuye homogéneamente por el interior del cuerpo mediante ósmosis. La sangre pasa a ser el único fluido presente en el cuerpo del vampiro, y por esto lloran oscuras lágrimas de sangre. Es algo paradójico que se diga de los vampiros que son inmortales, porque realmente lo son mientras encuentren sangre que permita que no se descomponga su cuerpo. Un vampiro también tiene sus propias luchas internas. Siente una obsesión, por no decir adicción, a la sangre. El Hambre del vampiro nunca descansa y lo lleva a estar siempre al límite, en eterno conflicto sobre alimentarse o dejarse llevar totalmente para saciar la Sed. Es duro convivir con la Bestia dentro que, constantemente, lucha para ser liberada y cometer los crímenes más atroces. Sólo los vampiros con gran autocontrol muestran esa poca humanidad que, a veces, parecen tener.



 

miércoles, 26 de octubre de 2011

Cual es mi proposito -What is my purpose?

bueno soy nuevo en esta pagina no la manejo muy bien que digamos para espesar yo soy una persona que admira a los vampiros o como dicen los muertos vivos siempre tuve una gran duda ´´Existen en ven realidad´´ quisiera saberlo por mi mismo mediante este blog investigue pagina tras pagina y vi comentarios de ´´vampiros reales´´ que cuentan como se transformaron de mortales a immortales y otros de ´´clanes vampiricos reales´´ leí libros y todo lo que tenga que ver con vampiros y quisiera encontrar uno aquí uno real no un obsecionado con mentalidad de psicópata sediento de sangre bueno el tiempo lo dirá si encuentro uno o no.
Atentamente: Lestat.
well i am new to this site not handling too well to thicken I am a person who admires the vampires or the undead as they say I always had a big doubt exist in reality would come to know myself through this blog page after investigation page and saw comments that have real vampires as transformed from mortal to immortal and real vampire clans other books and read everything that has to do with vampires and would like to find a real one here no one minded obsessed, bloodthirsty psychopath good time will tell if I find one or not.
 Sincerely, Lestat.