jueves, 3 de noviembre de 2011

El Libro de los Vampiros

Varios de ustedes ya deben estar enterados del caso, especialmente aquellos que viven en Buenos Aires y en los pueblos circundantes. Para mí, lo mórbido del asunto radica en que yo conocí personalmente a Franco, y nunca, ni en mis sueños más exaltados, pude imaginar que en su alma se agitasen semejantes fantasmas.
Para quien tenga la voluntad de hacerlo dejo a continuación algunas de las notas que pude copiar de los originales, los cuales están en poder de la policía, naturalmente. Fue una tarea difícil traducir los garabatos de Franco, ya que es evidente que cuando los escribió ya padecía de severas alucinaciones.
Aquí está el Diario de los últimos días de mi amigo.


Jueves. Noche.
El silencio era mi compañía, y los libros, claro; siempre los libros.
Mi felicidad adquiere muy pocas formas, y una de ellas es la lectura. Supongo que en un mundo como el nuestro, cada vez menos gente siente ese cariño por los libros, y no hablo de la lectura en su totalidad; generalidad inconcebible que abarca hasta las indicaciones de un prosaico jabón en polvo, sino de la lectura de libros, del libro como rostro de la felicidad.

Hace algunos años heredé la biblioteca de mi abuelo, el cual poseía algunas primeras ediciones, nada demasiado notable, me temo; pero en cuya inmensidad me había sumergido durante mis primeras exploraciones literarias.

Recibí los textos en mi hogar, y pronto comencé a deambular por aquellos parajes conocidos, que sin embargo habían adquirido con los años algunos matices nuevos, tersuras que no había sospechado en mi juventud. Así fue como dí con el Libro de los Vampiros.

Estoy seguro que el abuelo lo adquirió en los años posteriores a mi partida, ya que de otra manera lo hubiese reconocido: Lomo negro, cinco anillos, cuero de Tesalia, oscuro y duro como la cima del Parnaso, y en la tapa, un rostro, la viva imagen de mis pesadillas.

Esperaré al fin de semana para estudiarlo, no quiero que nada importune ese momento de profunda intimidad que es la lectura. El sólo pensar en devanar sus páginas me produce un vértigo casi patológico; casi me atrevo a afirmar que la aguda puntada que siento en el estómago, es producto del placer anticipado de su lectura.


Viernes. Crepúsculo.
Me senté frente al libro, con una taza de café y un bloc de notas para ir desgranando mis observaciones, tarea en la que suelo dar algunos atisbos de astucia mal encauzada. Nada, ni siquiera la lectura de los más abominables grimorios medievales, iban a prepararme para los horrores que contemplé en sus páginas.

La primera página impresa contenía unos caracteres que no me resultaron extraños, eran abreviaturas, pero no del latín vulgar, como suele ocurrir en estos casos, sino de un dialecto, muy utilizado por los monjes italianos del siglo XII para comunicarse con los copistas enviados por los países nórdicos, pero poco conocido en las escrituras encriptadas de siglos posteriores, llamado la Teufalia.

En esta página se hacían ciertas advertencias al lector, sobre cómo se debía actuar en caso de caer en las manos del clero, o aún peor, en las de su brazo armado, la Santa Inquisición.

La primera prueba impuesta al iniciado era el desarraigo de las cuestiones mundanas, razón por la cual, se imponía como prueba de valor realizar un crimen, cuyas particularidades consistían en estirar el sufrimiento de la víctima hasta los límites del infierno. Mis ojos no daban crédito a lo que veían: allí se daban instrucciones precisas sobre como dilatar las agonías del envenenamiento durante años, incluso décadas.

¿Qué macabra voluntad es capaz de contemplar los horribles estertores durante años, los gritos lastimeros, agónicos, y sin embargo seguir suministrando a la víctima las dósis necesarias para que sufra indeciblemente, pero negándole el placer de una capitulación?

La sola lectura de ese texto diabólico era nauseabunda en extremo, de sus páginas se desprendían las más horribles pesadillas que un hombre puede concebir. De todas maneras, y pido perdón a Dios por ello, sus hedores tenían algo de narcótico, algo persuasivo que impulsaba hacia adelante, a seguir sin importar qué nuevas formas del horror nos depararían las siguientes páginas.
Ya bien entrada la madrugada, cerré el libro, agotado, con un agudo palpitar en el estómago.


Sábado. Alguna hora de la Oscuridad.
No sé que extraña fuerza me atenaza, pero no pude tocar el libro mientras el sol estaba alto en el cielo. Supongo que debo estar ciertamente sugestionado, y no es para menos. No sé qué me atemoriza más, si mi atracción hacia el manuscrito, o mi absoluta ausencia de pesadillas durante la noche posterior a su lectura.
Los dolores de estómago ceden durante la lectura del texto.

Comencé la lectura en esa hora incierta que precede a la aurora.
En los nuevos capítulos anidan nuevos fantasmas. Al parecer, el manuscrito es, después de todo, una versión de un grimorio desaparecido, posiblemente relacionado con el Códex Seraphinianus, pero anterior al Petit Albert. Ya se vislumbra la sombra de los vampiros, sus indicaciones son precisas, quirúrgicas. Cada vez me convenzo más de que ninguna mano humana ha podido esgrimir semejante lienzo de espantos.
No. La Respuesta hay que buscarla en otro lado.

La segunda parte de la iniciación consiste en la profanación de tumbas, tarea atroz que es descrita con toda minuciosidad.
Es necesaria la carne impura de un pariente de sangre para realizar el ritual, cuya lectura pretendo finalizar antes de mañana.


Domingo. Noche.
La verdad me ha iluminado con un resplandor cegador. Las últimas páginas hablan de pasión, de sangre; hablan del despertar a una nueva realidad.
Tiene que ser cierto. Todo es demasiado coherente para enmascarar un fraude. El abuelo bien lo sabía, y la abuela...bueno, la abuela ha sido un elemento necesario, vital, de la Gran Obra.

Dejo un breve fragmento para que entiendas, Sebastián, que las palabras no son frías expresiones de la mente humana, sino de algo más:

"...Así como el Salvador vierte su sangre divina para purificar al mundo, nosotros vertimos la nuestra para concebir a nuestros hermanos; y Él, hijo del cielo, que convirtió a los hombres en sagrados mediante su sacrificio, nosotros, os santificamos con nuestro sublime amor, cuya naturaleza consiste en alejar a los hombres de las garras de la fe. No huiremos, ni rehusaremos de nuestra esencia. Nuestro señorío permanece en las sombras, más no nos ocultamos, vivimos entre el ganado, entre el latir de vuestros corazones, entre las revoluciones que se agitan en vuestras venas, cáliz de vuestros espíritus efímeros e informes. Escuchad nuestro llamado y abrid los ojos a la Noche Eterna, nuestra tierna Madre os espera para arroparos con su manto de sutil ternura, de caricias que no conocen la vergüenza. Escuchad nuestro susurro en las cortinas de la habitación, en el viento que agita los árboles, en la sombra furtiva que se escapa a vuestros ojos, pero que palpita en vuestros espíritus con la intensidad de la realidad más tangible. Escuchad el llamado, Ella os espera..."

El cementerio está cerca...la piel que envuelve este cuerpo humano pronto será un velo para la otra naturaleza, aquella que palpita en mis venas con una pulsión irrefrenable.

No hay nada más para escribir, no tengo palabras, Sebastián, no hay herramientas en ninguna lengua humana que puedan expresar este fuego en los labios, esta necesidad de vida, de sentir el terciopelo de un ignoto cuello estallar bajo mis colmillos.

Me despido, el Libro es tuyo, para quemarlo...o para leerlo, y unirte a nosotros.

Tu Amigo, Franco.

El resto pertenece a las noticias policiales, las cuales han dedicado algunas líneas a esta pequeña tragedia, y nada más. El mundo jamás se sacia de horrores.

Para completar algunos detalles oscuros del relato, diré que Franco violentó la bóveda donde descansaban los restos familiares y practicó allí sus rituales, los cuales, por prudencia, prefiero omitir.

Los forenses, quienes debieron primero probar que los restos que aún se conservaban pertenecían a los abuelos de mi amigo, han logrado abrir un nuevo sumario sobre el que nada se sabía antes de esta pesadilla. Al parecer, en el cadáver de la abuela de Franco, Martina Chialvino, se han encontrado restos de algo que bien pueden ser las secuelas de un cáncer óseo (del que nunca tuvimos conocimiento), o los residuos de la ingesta prolongada de ciertas sustancias tóxicas.

De Franco, no sabemos nada; después de profanar el sepulcro familiar ha desaparecido. La policía confía en atraparlo pronto.
Sobre el Libro de los Vampiros no puedo decir mucho, ya que no pude encontrar ningún manuscrito que coincida con la descripción que se da en el Diario de mi difunto amigo.

Por estos días me estoy hospedando en la casa de Franco, hasta terminar con las tediosas e interminables tareas burocráticas que suelen rodear a la muerte de un hombre joven. Reconozco que durante las noches tengo miedo, imagino que en cualquier momento oiré sus pasos acercándose a mi habitación; pero a decir verdad, lo que más me preocupa no son los pasos de mi amigo, ni El Libro de los Vampiros, ni las profanaciones ni los espectros, sino este curioso y punzante dolor de estómago, que coincidió con el inicio de estos horrores, y que cada día comienza a duplicar su violencia.

El Brucolako

Son vampiros provenientes de las regiones griegas de Tesalia y Epiro, su piel es dura y áspera, y su potente voz corta la noche en busca de alguien que responda a su llamada. Es amante de la sangre tanto como del vino.

Existen sólo dos formas de matarlo: quemarlo, o atravesarlo en la cabeza con una rama de fresno, teniendo la precaución de no herir sus ojos, de otra manera, el vampiro pronto recobraría sus fuerzas. Otra de las advertencias que nos hacen los eruditos, es que sólo es posible enfrentarlo durante el mediodía, ya que el Brucolaco puede inmovilizar al atacante con su mirada, aunque su tumba sea abierta durante el día. Aparentemente, sus poderes persuasivos disminuyen cuando el sol alcanza su cénit, razón por la cual algunos sabios han trazado un paralelo entre los Brucolacos y ciertos burgueses, quienes como todos sabemos, son menos virulentos a la hora de la siesta.

Razas de Vampiros.

Existen muchas otras razas de vampiros europeos, particularmente en Albania y Turquía, pero se tratan de simples variantes de las clases que a continuación expondremos. Hay muchos que colocan a los Bhutas de la India junto a otros seres africanos dentro de la categoría de vampiros, yo considero que esto es un error. La figura del vampiro pertenece al pensamiento europeo; la mente oriental tiene otras riquezas simbólicas que no tienen lazos con el mito europeo. Alguien podrá esgrimir el argumento que el vampiro existe en todas las culturas ya que todas las culturas poseen seres míticos amantes de la sangre. Respeto este punto de vista aunque contradiga todo lo que sabemos del folklore y la mitología comparada. Las teorías monolíticas nunca han dado frutos a largo plazo, particularmente en un tema tan extenso como lo es el estudio del folklore y el mito.


Entrevista con el Vampiro.

Entrevista con el vampiro es muy buena lei el libro y me facino la pelicula no la vi pero deve ser igual de atractivo les dejo un trailer de la pelicula y la descripcion de que tratadifrutenla.
La historia comienza en si en San Francisco, Estados Unidos, en donde un vampiro llamado Louis cuenta la historia de 200 años de vida a un tembloroso y joven entrevistador. El vampiro es un ser ultra perceptivo; tiende a calmar a su interlocutor, intenta hacerlo sentir en confianza y promete no dañarlo. Comienza así su narración.
En 1791, Louis era el joven señor de una plantación al sur de Luisiana, América. Tras la muerte de su hermano, suceso del cual se culpa, decae emocionalmente y comienza a plantearse la existencia hasta el punto de pensar en el suicidio. Es en esos momentos cuando el vampiro Lestat se presenta junto a él. A pesar de que Louis se niega en un comienzo, pidiendo en cambio la muerte, Lestat logra convencer a Louis de participar del Rito Oscuro que lo habría de convertir en un ser inmortal, asexuado y que no se alimenta con nada más que de sangre.
Ambos vampiros viven un buen tiempo en la plantación. Lestat cuida de su padre y se alimenta de los esclavos de Louis, mientras que este último, teñido una concepción cristiana sobre el Bien y el Mal y un marcado amor por el hombre, prefiere obtener la sangre de pequeños animales como gallinas y ratas: Louis se encuentra demasiado atado a su moral mortal como para poder asesinar. En ese período Lestat enseña lo básico que un vampiro debe saber: pequeños consejos para la supervivencia contra el sol y el fuego —únicos elementos que podrían eliminarlo— desmintiendo absurdas creencias como que una estaca, una cruz o un puñado de ajos pudieran afectarlo.
Después de algún tiempo los esclavos de la plantación comienzan a sospechar de las muertes hasta el punto de prácticas y ritos espiritistas e iniciar una revuelta. Louis y Lestat se ven presionados a prender fuego a su propia plantación; deben además eliminar a todo quien pueda extender el rumor de que hay vampiros en Louisiana. Con el tiempo Louis cede ante la influencia de Lestat y comienza a alimentarse de humanos, adaptándose lentamente a su naturaleza de "asesino". Al mismo tiempo, sin embargo, comienza a sentir repulsión por la falta de compasión que demuestra Lestat hacia los humanos de los cuales hace presa.
Una noche Louis se alimenta de una niña afectada por la plaga, a quien encontró al lado del cadáver de su madre. Cuando la niña llega al punto entre la vida y la muerte, Lestat la convierte en vampiro haciendo además que Louis participe en parte del Rito. La niña será llamada Claudia, y vivirá los próximas décadas junto con la pareja de vampiros (en la novela no se revela su verdadero nombre; posteriormente, en "Merrick", será revelado).
Louis ha quedado horrorizado con la transformación de tan pequeña niña, pero con el tiempo se enamora de ella y la cuida como hija y como amante. La niña se acostumbra rápidamente a matar, y dista de compartir los sentimientos éticos de Louis. Su vida humana, en efecto, fue demasiado corta y sus costumbres vampíricas predominan en su espíritu. Claudia aprende, lee, y madura asombrosamente, al mismo tiempo que comienza a odiar a Lestat por haberla convertido tan prematuramente; aunque su mente madure y su prestancia sea la de una sensual mujer, su cuerpo se mantendrá eternamente como el de una niña de cinco años.
Después de 65 años juntos, esta es la situación. Claudia odia y desea eliminar a Lestat mientras que Louis, si bien no se convence de querer deshacerse de su creador, considera que ha aprendido todo, y no considera que Lestat sea imprescindible. Claudia idea un plan para deshacerse de Lestat. Es así como, tras envenenarlo y acuchillarlo repetidas veces, Claudia y Louis se encuentran en un pantano cercano deshaciéndose del inerte cuerpo de su "padre". Después de esto, Claudia y Louis caen en la cuenta de que son los únicos vampiros en América, situación por la cual deciden viajar a Europa para buscar a los vampiros del "Viejo Mundo". Antes de partir, sin embargo, Lestat reaparece y los ataca. Esta vez Louis prende fuego a la casa propagándose por toda la ciudad y huyendo a duras penas, dejan atrás a un Lestat furioso y siendo consumido por las llamas.
Al llegar a Europa, Louis y Claudia comienzan la búsqueda de su especie. Tras recorrer buena parte de Europa occidental encuentran finalmente a otros vampiros, pero para su decepción se trata solo de unos seres apenas pensantes; cadáveres animados horribles y carentes de razón. Es solo cuando llegan a París cuando encuentran vampiros como ellos, específicamente a Armand, un vampiro de 400 años con el aspecto de un quinceañero que mantiene un aquelarre de vampiros reunidos en el Théâtre des Vampires. Este viejo teatro sirve a Armand y su aquelarre para ocultar su identidad, haciéndose pasar por simples actores que "interpretan" piezas de vampiros realizando dramas en los que a menudo es sacrificada una joven y hermosa muchacha o mancebo. Claudia encuentra repulsivos a estos vampiros y su intuición la lleva a tener un mal presentimiento. Louis, en cambio, rápidamente cae bajo el hechizo de Armand, sintiéndose cada vez más atraído.
Temiendo que Louis la deje por Armand, Claudia le exige que convierta en vampiro a Madeleine, una fabricante de muñecas parisina, para que reemplace a Louis como figura materna una vez este la abandone. Louis al principio se rehusa, pero después de darse cuenta de la situación de Claudia, cede a sus peticiones y convierte a Madeleine en vampiro. El nuevo trío, Louis, Madeleine y Claudia, viven juntos por un corto pero apacible tiempo, hasta que una noche son secuestrados por el Théâtre des Vampires.
Lestat ha reaparecido tras el incendio de Nueva Orleans y después de que Armand se enterase de lo ocurrido ha decidido castigar, según el código de los vampiros en el que el cree, a los culpables. Louis termina encerrado en un ataúd bajo cemento, mientras que Claudia, por ser la causante material del vampiricidio, es condenada a una celda sin techo, en donde, al llegar el alba, es consumida junto a Madelaine por el Sol. Louis en cambio, es liberado por Armand, y, tras encontrar las cenizas de Claudia, toma una decisión implacable de eliminar a los vampiros.
Minutos antes del amanecer, (Louis es un vampiro "madrugador") se dirige en una carroza con un ataúd y un cochero pagado para no hacer preguntas, incendia el teatro entero, huye con los primeros rayos del sol, y alcanza a meterse en el ataúd antes de ser quemado. Louis ha matado a todos los vampiros que "ajusticiaron" a Claudia, la ha vengado fríamente.
Tras este acontecimiento Louis y Armand viajan juntos a través de Europa por varios años, pero Louis nunca se recupera totalmente de la muerte de Claudia y, eventualmente, él y Armand se alejan y sigue cada cual su camino. Cansado del Viejo Mundo, Louis regresa a América y Nueva Orleans a principios del siglo XX, en donde vivirá sólo, alimentándose de cualquier humano que cruce su camino, viviendo en las sombras y sin crear ningún compañero.
Lo último que Louis cuenta al entrevistador es su último encuentro con Lestat en Nueva Orleans. Lo ha visto devastado, rayando con la demencia y el más completo nihilismo. Sin merecerle siquiera la pena, Louis lo abandona sin que éste logre más que balbucear palabras y emitir unos patéticos llantos. Poco después narra cómo se aleja de Armand, diciéndole que no necesita absolutamente nada de éste y que lo único que le dejó la inmortalidad fue un dolor y sufrimiento. Louis recuerda a Claudia, pero lo ve todo como un sueño. Finalmente, ante la frialdad y desinterés de Louis hacia Armand, éste decide irse para siempre. Es así como termina la narración del vampiro Louis, una historia de 200 años conviviendo con la inmortalidad, el dolor y el sufrimiento que supuso debatirse entre el bien y la muerte. El entrevistador, sin embargo, viendo solo los increíbles poderes de un vampiro, le pide ser convertido en uno. Louis se molesta un tanto con el chico, lo ataca, y aunque desangrado, lo deja con vida para desaparecer después sin dejar rastro.
Al despertar del ataque, el entrevistador recuerda las pistas que lo pudieran llevar a la casa de Lestat y se dirige en su búsqueda.

Vampirismo Energético o Psíquico.

¿Que es y como actúa en la persona?:
“¡Todo el mundo voltea a verla cuando ingresa a las reuniones, nunca pasa inadvertida, hacen grupos a su alrededor sólo para escucharla!”. “! No se por qué nunca puedo enfrentarlo a pesar de que estoy segura de que lo que digo es lo correcto y no lo que él me dice! ¡Me mira a los ojos y olvido todo!”. “!No es hermosa pero sin embargo tiene algo que me enloquece!”.
Constantemente nos preguntamos ¿Por qué una mujer que no tiene los atributos físicos de una diosa, llama quizás más la atención de todos, que una verdaderamente dotada?
O cuando hombres y mujeres, no se explican el por qué no pueden decirles “No” a su pareja, jefe, familiar, etc.
¿Quién no ha ido alguna vez a una conferencia y ha quedado como hipnotizado con la predicación del orador?
Aquellas personas que llegan a un lugar o se dirigen al frente de una multitud y los presentes no hacen más que escucharlos y asumir como cierto todo lo que dicen, sean hombres o mujeres, no son otra cosa que los poco reconocidos en ésta denominación: “Vampiros energéticos o Psíquicos”.
Están en todas partes, en los programas televisivos, como protagonistas de las noticias, en las calles y como si fuera poco, ¡Están en vuestras casas! ¡Y no se asuste!, pero a lo mejor también, están al costado de su cama. Así es y con sólo estirarle la mano, darle un beso o algo más simple, con tan sólo estar a su lado ya están, ¡succionándole la energía!
Nos damos cuenta que nos han extraído parte de nuestra energía cuando de repente nos encontramos cansados sin explicación alguna. En las casas donde habitan personas mayores esto es cosa de todos los días y cuando llegan visitas, inconscientemente su necesidad hace que su sistema se apodere de parte de la energía del otro. Cuantas veces decimos, fui a ver a una persona y cada vez que voy salgo hecho bolsa?. Esto es muy común en los geriátricos, cuantas veces nos llaman por teléfono y nos dicen: “ hay querida, no sabes que bien que me hace hablar contigo?, y cuando cortan quedamos destruidos? Ese es uno de los motivos por que las personas mayores deberían tener animales como compañía ya que los gatos y los perros son pilas de energía y que al estar en contacto con los ancianos le traspasan parte de este flujo vital.
Los reconocidos “Vampiros energéticos o Psíquicos”, han pasado a la historia y han sido los más grandes oradores. Aquellos que con sólo hablar, sus oyentes aumentaban rápidamente hasta formar grandes masas de súbditos.
Como son los “Vampiros energéticos o Psíquicos”
Suelen tener un sistema del aura poco desarrollado y con recursos energéticos deficientes, y con el fin de obtener la energía que necesitan, tienden a invadir el sistema del aura de otras personas y absorber su energía, logrando así, aumentar sus reservas de energía y provocando el desgaste o agotamiento energético de la otra persona, y a pesar de que una interacción vampírica dura sólo algunos minutos, los efectos residuales sobre la víctima pueden notarse durante varios días. La falta de energía, los mareos, la tensión muscular, la dificultad de concentración, los dolores de cabeza y las náuseas son algunos de los efectos más comunes sentidos por las víctimas; sin embargo, sucesivos ataques vampíricos pueden producir fatiga crónica, desarreglos del sueño, irritabilidad, depresión e incluso enfermedad física.
Los “Vampiros energéticos o Psíquicos” presentan una gran variedad de rasgos personales y de patrones de comportamiento. Muchos de ellos adoptan el estereotipo bien conocido de “mosquita muerta” o se comportan de manera halagüeña. A menudo no tienen ningún escrúpulo y se valen de cualquier medio para lograr sus fines. Pueden parecer pasivos y reservados, ocultando cualquier inclinación al vampirismo, pero cuando la ocasión lo requiere pueden ser muy agresivos e incluso intimidatorios; pueden valerse de la vulnerabilidad de la otra persona, esperando el momento oportuno para golpear, o bien pueden manipular a la víctima elegida por medio de regalos o halagos. En ámbitos laborales suelen ser personas con las que es muy difícil trabajar y cuyo rendimiento es muy dispar; a veces son altamente eficaces y otras totalmente inoperantes.
A pesar de los disfraces tras los que se ocultan, los vampiros psíquicos son típicamente inseguros y vulnerables; si bien pueden adoptar un estilo autosuficiente, operan desde una posición de debilidad y no de poder. No suelen tomar conciencia de ellos mismos, pero son rápidos a la hora de emitir juicios sobre la gente que los rodea. Pese a estar totalmente centrados en si mismos y tratar a los demás en forma desconsiderada, a menudo se quejan de que el mundo es injusto con ellos. Sus relaciones personales son típicamente inestables. Puede decirse que muchas de estas personas presentan trastornos de la personalidad, con síntomas tales como inseguridad emocional, dificultad para controlar la ira, baja autoestima, sentimientos de hostilidad reprimidos que estallan esporádicamente.
La interacción vampírica puede ser deliberada o espontánea por parte del vampiro, y consensual o no consensual por parte de la víctima. El típico ataque vampírico es espontáneo, por lo tanto, no requiere un esfuerzo consciente para iniciarlo ni para mantenerlo. En muchas interacciones de este tipo, ni el vampiro ni su víctima son conscientes de que se está produciendo una transferencia de energía de uno al otro. Si bien la víctima suele estar dentro del radio de visión periférica del vampiro, el ataque en sí puede llevarse a cabo incluso sin contacto ocular con los sujetos.
Ataques vampíricos planificados
Una vez que se han dado cuenta de sus tendencias vampíricas, muchos vampiros psíquicos las racionalizan como una forma aceptable de satisfacer sus necesidades energéticas y, por consiguiente, planean sus encuentros vampíricos como cualquier otro evento social. Sus tácticas están diseñadas para implicar a un socio totalmente inocente en una interacción espacial cercana durante la cual tiene lugar el ataque inesperado. Los vampiros psíquicos despliegan su seducción, usan halagos desmedidos, manifiestan una amistad excesiva y muestran lo que les interesa de su propia intimidad para poder cautivar a sus víctimas y mantener la interacción durante la duración del ataque.
Ataques vampíricos ocasionales
No implican una interacción social preliminar con la víctima, quien puede haber sido seleccionada tan sólo por estar disponible en ese momento. Un ataque casual no es tan visible como uno planeado, y normalmente la víctima no se entera de lo que está sucediendo. Los resultados, sin embargo, son los mismos: el vampiro sale saciado y la víctima experimenta un agotamiento energético. Estos intercambios casuales pueden ocurrir en cualquier ámbito, en una clase, en un restaurante, en un avión, en un gimnasio o en cualquier sitio donde la gente se reúna.

Secretos de los Vampiros 2

Este es el capitulo 2

Secretos de los Vampiros - Episodio 2, Parte 1/5
http://www.youtube.com/watch?v=ajEm4nIt2y8&feature=related

Secretos de los Vampiros - Episodio 2, Parte 2/5
http://www.youtube.com/watch?v=TQHLKckprbE&feature=related

Secretos de los Vampiros - Episodio 2, Parte 3/5
http://www.youtube.com/watch?v=wMGMWa7JQ_A&feature=related

Secretos de los Vampiros - Episodio 2, Parte 4/5
http://www.youtube.com/watch?v=qPDogzgFSDM&feature=related

Secretos de los Vampiros - Episodio 2, Parte 5/5
http://www.youtube.com/watch?v=3eQrZYEx1oU&feature=related

Secretos de los Vampiros

Aca les dejo un documental sobre vampiros muy bueno disfrutenlo.

Secretos de los Vampiros - Episodio 1, Parte 1/5
http://www.youtube.com/watch?v=KnsAjs1kCng&feature=related

Secretos de los Vampiros - Episodio 1, Parte 2/5
http://www.youtube.com/watch?v=E_r26PxTROA&feature=related

Secretos de los Vampiros - Episodio 1, Parte 3/5 http://www.youtube.com/watch?v=mkljEOnsXM4&feature=related


Secretos de los Vampiros - Episodio 1, Parte 4/5
http://www.youtube.com/watch?v=AOpSyEn878M&feature=related

Secretos de los Vampiros - Episodio 1, Parte 5/5
http://www.youtube.com/watch?v=Bl9PTv-Vkeg&feature=related

miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿DIOSES O VAMPIROS?

De acuerdo con la mitología azteca, la ofrenda de sangre de jóvenes víctimas a los dioses garantizaba la fertilidad de la Tierra. Pero, aunque éste sea otro antecedente, las clásicas historias de vampiros se originaron en la cuna de la civilización europea... Los antiguos griegos comenzaron su gesta.
Existen numerosos dioses bebedores de sangre en la mitología griega y romana, conocidos como Lamiae, Empusae y Striges. Sus nombres fueron históricamente vinculados con el de brujas, demonios y vampiros. Pero estos vampiros, aunque bebían sangre humana, eran sólo deidades y no “muertos vivos”. Se trataba de divinidades capaces de adquirir apariencia humana para poder seducir a sus víctimas.
Con el paso del tiempo y el aumento de popularidad del Cristianismo, el valor simbólico de la sangre se incrementó. La comunión del Espíritu Santo, que incluye beber el vino –símbolo de la sangre de Cristo– y comer el pan –alegoría de su cuerpo– hizo cobrar incomparable relevancia a este fluido vital. Además, durante el siglo XI las brujas y los médicos prescribían sangre de vírgenes para curar enfermedades.
Varias menciones a la presencia de vampiros pueden encontrarse en libros como El diccionario diabólico, escrito por el obispo de Cahors, en El Nugis Curialium, de Walter Map, y en la Historia Rerum Anglicarum, de William de Newburgh.

domingo, 30 de octubre de 2011

ALGUNOS PUNTOS DE VISTA SOBRE VAMPIROS-SOME VIEWS ON VAMPIRES

Hola queridos amigos/as hoy les anuncio unos simples puntos de vista de los vampiros, yo no soy uno para aceptarlas y decirlas que son siertas solo son mis puntos de vista.
¿ Por que los vampiros no aparecen y demuestran su existencia ?
R-. Yo digo que es por su protección ya que nosotros los humanos y la sociedad no los tomaríamos de una forma buena les haríamos examenes muestras de sangre y cosas que no les daríamos comodidad y espacio. Después habría gente como religiosos o otros tipos en general en contra de ellos los casarían. ¿ Por que ? Por miedo la mayoría les tendría miedo y los verían como amenaza y los buscarían y casarían a diario hasta extingirlos.
¿ Como son ?
R-. Para empezar según libros,historias,leyendas las cuales todos conocen obviamente pálidos,con colmillos largos,destreza,agilidad,fuerza sobre humana y una belleza abundante con la cual atraían a sus victimas humanas no es como se dice ser en las películas. Y su forma de ser pues es difícil saberla ya que  solo algunas personas relatan haber hablado con "vampiros reales" son educados y respetuosos e intelectuales amates del arte y cultura, aparte que creo que no les agrada que la gente se crea vampiro y hable cosas sin sentido sobre ellos .
¿ Como se debe tratar a un vampiro ?
Primero con el respeto que se mere sen ya que son una especie superior a la nuestra y no estar los molestando con peticiones que no las cumpliran amenos que ellos acepten o la deseen hacer.
Bueno eso nomas hasta aora que tengan un buen día o una buena noche suerte a todos y gracias por ver mi blog atentamente Lestat.
Hello dear friends today I am announcing a few simple points of view of vampires, I'm not one to accept them and say them that are siertas are only my views.
 Why do vampires do not appear and prove their existence?
 R-. I say it's for your protection as us humans and not the society would take in a good way they would do tests blood samples and things that would give them comfort and space. Then there would be people such as religious or other types in general against them marry. Why? Fearing they would fear most and as a threat and would seek and get married every day until extinguished.
 How are they?
 R-. To begin as books, stories, legends which obviously everyone knows pale, with long fangs, dexterity, agility, superhuman strength and beauty which attracted generous with their human victims is not as is said to be in movies. And his way of being it is difficult to know it because only some people report having spoken with "real vampires" are polite and respectful and intellectual amethyst art and culture, besides I think they do not like people to believe things vampire and talk nonsense about them.
 How do you deal with a vampire?
 First with the respect they deserve sen because they are a superior to ours and not bother them with requests that do not fulfill them enjoyable for them to accept or want to do.
 Well that even aora nomas have a good day or good night luck to all and thanks for watching my blog closely Lestat.

jueves, 27 de octubre de 2011

Voltaire. Diccionario Filosófico, tomo VI, p. 180-183

" (...) ¿Es posible que haya vampiros en el siglo XVIII, después del reinado de Locke, de
Saftersbury, de Trenchard y de Collins? ¿Y en el reinado de d'Alembert, de Diderot, de Saint
Lambert y de Duclós se cree en la existencia de los vampiros, y el reverendo benedictino dom
Agustín Calmet imprimió y reimprimió la historia de los vampiros con la aprobación de la
Sorbona?

Los vampiros eran muertos que salían por la noche del cementerio para chupar la sangre a los
vivos, ya en la garganta, ya en el vientre, y que después de chuparla se volvían al cementerio y
se encerraban en sus fosas. Los vivos a quienes los vampiros chupaban la sangre, se quedaban
pálidos y se iban consumiendo; y los muertos que la habían chupado engordaban, les salían los
colores y estaban completamente apetitosos. En Polonia, en Hungría, en Silesia, en Moravia,
en Austria y en Lorena, eran los países donde los muertos practicaban esa operación. Nadie oía
hablar de vampiros en Londres ni en París. Confieso que en esas dos ciudades hubo agiotistas,
mercaderes, gentes de negocios que chuparon a la luz del día la sangre del pueblo; pero no
estaban muertos, sino corrompidos. Esos verdaderos chupones no vivían en los cementerios,
sino en magníficos palacios.

¿Quién es capaz de creer que la moda de los vampiros la adquirimos de Grecia? No de la
Grecia de Alejandro, de [p. 181] Aristóteles, de Platón, de Epicuro y de Démostenes, sino de la
Grecia cristiana y por desventura cismática.
Hace mucho tiempo que los cristianos del rito griego creían que los cuerpos de los cristianos
del rito latino, que se enterraban en Grecia, no se pudrían, porque estaban excomulgados.
Creían precisamente lo contrario que nosotros los cristianos del rito latino, que creemos que los
cuerpos que no se corrompen son los que tienen impreso el sello de la bienaventuranza eterna, y
en cuanto se pagan a Roma cien mil escudos por la canonización de cada santo, tributamos a
éste la adoración de dulía.

Los griegos están convencidos de que sus muertos son hechiceros, y les dan el nombre de
broucolacas. Los muertos griegos van a las casas a chupar la sangre de los niños, a comerse la
cena de los padres y de las madres, a beberse el vino y a romper todos los muebles. Sólo puede
hacérseles entrar en razón quemándolos cuando los atrapan; pero se necesita tener la
precaución de no ponerlos en el fuego hasta después de haberles arrancado el corazón, que
debe quemarse aparte.

El célebre Tournefort, emisario que mandó a Levante Luis XIV, lo mismo que otros
aficionados, fue testigo de algunas jugarretas atribuidas a uno de los broucolacas y de la citada
ceremonia.

Después de la maledicencia nada se comunica tan rápidamente como la superstición, el
fanatismo, el sortilegio y los cuentos de aparecidos. Pronto hubo broucolacas en Valaquia, en
Moldavia y en Polonia, aunque esta nación pertenece al rito romano y no le faltaba más que
esta superstición, que se transmitió a toda la parte oriental de Alemania. Continuamente
estuvieron ocupándose de los vampiros desde 1730 hasta 1735; los espiaron, les arrancaron el
corazón y los quemaron; pero semejantes a los antiguos mártires, cuantos más quemaban más
aparecían.

Calmet fue su historiógrafo, y se ocupó de los vampiros, como antes se había ocupado del
Antiguo y del Nuevo Testamento, refiriendo fielmente todo lo que sobre esta materia habían
dicho antes que él.

Debe ser una cosa curiosísima examinar los procesos verbales jurídicamente entablados a los
muertos que salieron de sus fosas para chupar la sangre a los niños y a las niñas de la
vecindad. Calmet refiere que en Hungría dos empleados que para este objeto nombró el
emperador Carlos VI, con el bailío y el verdugo, fueron a formar causa a un vampiro, muerto
seis semanas antes, que chupaba la sangre de los niños de la vecindad, y le encontraron cerrado
en el ataúd, fresco, robusto, con los ojos abiertos y pidiendo de comer. El bailío dictó la
sentencia; el verdugo arrancó el corazón al vampiro, y después de esta [p. 182] operación ya
no chupó la sangre a nadie. Después de este caso nadie debe atreverse a dudar de los muertos
resucitados que llenan las antiguas leyendas, ni de ninguno de los milagros que refieren
Bollandus y el sincero y reverendo Ruinard.

Encontramos historias de vampiros hasta en las Cartas judías de Argens, a quien los jesuitas
acusaron de incrédulo y que luego saborearon su triunfo, cuando el citado autor refirió la
historia del vampiro de Hungría, y dieron gracias a Dios y a la Virgen por la conversión de
Argena. He aquí lo que dijeron del referido autor: «El famoso incrédulo que dudó de la
aparición del ángel a la Virgen, de la estrella que vieron los Reyes Magos, de que se curaran
los poseídos, de que se ahogaran dos mil cerdos en un lago, del eclipse que hubo de sol en luna
llena, de los muertos que se paseaban por Jerusalén; tocado por la divina gracia, se iluminó su
espíritu, y cree en la existencia de los vampiros».

La gran cuestión que hubo entonces fue averiguar si aquellos muertos resucitaron por su
propia virtud, por el poder de Dios o por el poder del diablo. Los grandes teólogos de Lorena,
de Moravia y de Hungría hicieron públicas sus opiniones y su ciencia. Recordaron todo cuanto
antes San Agustín, San Ambrosio y otros santos dijeron más ininteligible respecto a los vivos y
a los muertos. Trajeron a colación todos los milagros de San Esteban que están incluidos en el
séptimo libro de las obras de San Agustín, y he aquí uno de los más curiosos. Quedó aplastado
un joven en África en la ciudad de Aubzal bajo las ruinas de una muralla, y la viuda fue
inmediatamente a invocar a San Esteban, de quien ella era devota, y San Esteban resucitó al
aplastado, al que le preguntaron qué es lo que había visto en el otro mundo: «Señores, contestó
a los que le preguntaban: cuando mi alma salió de mi cuerpo, encontró infinidad de almas que
le hicieron la misma pregunta respecto al mundo. Yo iba no sé a donde cuando encontré a San
Esteban, que me dijo: «Devolved lo que habéis recibido». Yo le repliqué: «¿Qué queréis que os
devuelva si nunca me disteis nada?» Me repitió tres veces: «Devolved lo que habéis recibido».
Entonces comprendí que quería hablar del Credo. Recé el Credo, y en seguida me resucitó.
Citaron además los referidos teólogos las historias que refiere Sulpicio Severo en la vida de
San Martín, y probaron que entre los muertos que resucitó San Martín devolvió la vida a un
condenado; pero todas esas historias, aunque sean verdaderas, no tenían nada que ver con los
vampiros que chupaban la sangre de los niños y luego volvían a meterse en sus ataúdes.
Buscaron también en el Antiguo Testamento y en la mitología algún vampiro que pudieran
presentar como caso antiguo; no [p. 183] encontraron ninguno, pero probaron, sin embargo,
que los muertos comían y bebían, fundándose en que algunos pueblos antiguos les metían
alimentos en las fosas.

Cuestionaron también si comía el alma o el cuerpo del muerto, y quedó decidido que comían la
una y el otro. Los platos más delicados y de poca substancia, como los merengues y la crema,
se los comía el alma, y el rost-bif y el bifs-teak se los comía el cuerpo.
Decían que los reyes de Prusia fueron los primeros que después de muertos se hacían servir
alimentos, y que los imitaban casi todos los reyes de entonces, pero fueron los frailes los que se
les comían la comida y la cena y los que se les bebían el vino; de modo que, hablando con
propiedad, los reyes no eran vampiros; los verdaderos vampiros son los frailes, que comen a
expensas de los reyes y de los pueblos.

Verdad es que San Estanislao, que había comprado gran extensión de terreno a un
gentilhombre polaco y no se lo había pagado, perseguido por los herederos ante el rey Boleslao,
resucitó a dicho gentilhombre; pero fue únicamente para pagarle la deuda, y no se dice que
diera ni un solo vaso de vino al vendedor, que se volvió al otro mundo sin comer ni beber.
Se agita con frecuencia la grave cuestión de si puede absolverse al vampiro que murió
excomulgado; no soy teólogo bastante profundo para decidirlo; pero por mi parte yo lo
absolvería porque cuando hay que escoger entre dos partidos dudosos, debe elegirse el más
benigno.

El resultado de todo es que una gran parte de Europa estuvo infestada de vampiros durante
cinco o seis años, y que hoy ya no existen; que hubo convulsionarios en Francia durante más de
veinte años, y que hoy ya no los hay; que resucitaron muertos durante algunos siglos, y que
hoy ya no los resucitan; que tuvimos jesuitas en España, en Portugal, en Francia y en las Dos
Sicilias, y que hoy ya no los tenemos (...)"

Dom Augustin Calmet -Dissertation sur les vampires

Dom Agustin Calmet fue un benedictino de la congregación de St. Vannes. En 1746 publicó un largo tratado titulado "Dissertation sur les apparitions des esprits et sur les
vampires et revenants" (Tratado acerca de las apariciones de espíritus y acerca de los vampiros y revinientes), en dos volúmenes. El libro logró gran difusión en su época, siendo considerado como el primer estudio amplio respecto a los vampiros en Europa.
Gran erudito de su época, autor de numerosos ensayos de temas religiosos y de un elaborado y reconocido comentario bíblico, comenzó a interesarse por extrañas "nuevas modalidades de apariciones" que, según él, habían comenzado unos sesenta años atrás -en aquel momento y lugar-. Fruto de este interés y gracias a sus relaciones personales con otros clérigos de la Europa de la época, Calmet consiguió reunir información suficiente como para escribir un tratado.
Aunque la intención original de Calmet era centrarse en el vampirismo, a lo largo de su investigación fue recopilando otras informaciones sobe otros fenómenos y apariciones de tipo más clásico, por lo que decidió publicarlas por separado. Finalmente publicó su obra en dos volúmenes. El primero: "Tratado de las apariciones de los ángeles, de los demonios y de las almas de los difuntos" y el segundo: "Disertación sobre los revinientes en cuerpo, los excomulgados, los upiros o vampiros, brucolacos, etc."
La publicación obtuvo de inmediato un gran éxito con repetidas ediciones a lo largo del tiempo, aunque a Calmet le costó convertirse en el blanco preferido de las burlas de los iluminados e incluso los católicos dejaron de tener en consideración sus antiguos tratados bíblicos. Su nombre hoy en día aparece casi exclusivamente ligado al tema del vampirismo en bibliografías relacionadas .
"los que los creen verdaderos me acusarán de temeridad y de presunción, por haberlos puesto en duda, o incluso haber negado su existencia y su realidad; los otros me echarán en cara haber empleado el tiempo en tratar esta materia, que pasa por frívola e inútil en el espíritu de muchas gentes de buen sentido"
"Los revinientes de Hungría, o vampiros, [...] son unos hombres muertos desde hace un tiempo considerable, más o menos largo, que salen de sus tumbas y vienen a inquietar a los vivos, les chupan la sangre, se les aparecen, provocan estrépito en sus puertas y en sus casas, y, en fin, a menudo les causan la muerte. Se les da el nombre de vampiros o de upiros, que significa en eslavo, según dicen, sanguijuela".

Evidencias Históricas de Vampirismo

La creencia en vampiros, demonios y otros seres de la oscuridad se remonta tiempos tan antiguos como los orígenes mismos de la humanidad. Desde entonces, a lo largo de los siglos, cualquier humano de cualquier cultura ha podido experimentar el miedo-atracción a los vampiros con la misma facilidad que aún hoy cualquiera podría...
Por supuesto esto hace que a lo largo de toda la historia se acumulen escritos, relatos, leyendas, supersticiones, etc... que hacen directamente referencia al tema del vampirismo y a la existencia de vampiros, así como al temor desencadenado por estos seres nocturnos siempre misteriosos.
Sin embargo, entre esta gran proliferación de documentos y textos escritos que de algún modo aluden al vampirismo, es difícil, a veces, separar aquello que puede tener una base real de aquello otro que es contenido puramente "literario" (ficción, fantasía... sin más).
Debido a esto, al margen de la existencia de muchas otros documentos y "pruebas" que podrían ser incluidos en esta sección, hemos querido prestar especial atención a dos autores, presentando brevemente algunos de sus escritos, por la especial relevancia que en su tiempo pudieron tener tanto sus opiniones como los propios personajes. Se trata, por un lado, del filósofo Voltaire -personaje cuya racionalidad y prestigio no puede ser puesto en duda en modo alguno- y por otra parte, acercándonos a un punto de vista más religioso, el padre Agustín Calmet -gran erudito y estudioso que, en su tiempo, dedicó gran parte de su vida al estudio de temas como el vampirismo y las apariciones, publicando al respecto extensos volúmenes con todos los detalles de sus estudios y conclusiones-.

VAMPIRO

Un vampiro es un muerto viviente dotado de una enorme fuerza y poder, que mantiene su inmortalidad bebiendo la sangre de seres vivos.

El origen de los vampiros
...
Los vampiros o, como les gusta autodenominarse, los vástagos, existen desde los tiempos más antiguos que recuerda el hombre. Sobre su origen hay dos teorías principales:

La primera señala a Lilith, Reina de la Noche, Madre de los Demonios y primera mujer de Adán, como la auténtica y primigenia vampiresa. Creada por Dios a la vez que Adán, resultó tener un alma demasiado oscura y retorcida. No engendró más que espíritus del mal, por lo que fue apodada “Monstruo de la Noche”. Eran famosos sus festines de sangre noche tras noche e, incluso, se dice que seducía a hombres mientras dormían para conseguir aumentar su diabólica descendencia, conocida como Súcubos.

La segunda teoría señala a Caín como el vampiro original, de ahí que los vampiros también sean conocidos como “cainitas”. Cuando Caín mató a su hermano Abel fue desterrado a las tierras de Nod y allí fue condenado a vagar llevando consigo una maldición. Temería al sol de por vida y sentiría una sed insaciable de sangre. En su exilio coincidió con Lilith, que le enseñó a canalizar el poder de la sangre para aumentar su fuerza como vampiro.

Aunque la historia de los vampiros se remonta milenios atrás, su máximo apogeo se produjo entre los siglos XV y XVI en Europa, principalmente en Rumanía y Hungría. De hecho, Transilvania, región central de Rumanía, es conocida por ser la cuna de los vampiros y donde pasó gran parte de su vida el más famoso de todos ellos; el conde Vlad Drakul, más conocido como conde Drácula o, también, como “el Empalador”, apodo que ganó debido al gran placer que sentía comiendo ante los cuerpos empalados de sus enemigos. Vlad Drakul fue uno de los más crueles vampiros de la historia y extendió su mal por Alemania y, más tarde, al resto de Europa.

VAMPIROS Y MURCIELAGOS

Los vampiros se han relacionado desde siempre con la figura del murciélago. Esta asociación también puede tener su origen en las zonas transilvanas, donde los murciélagos mordían a seres vivos para succionar su sangre. Se piensa que transmitían la rabia y por eso los humanos infectados comenzaban también a succionar y a transmitir la enfermedad al resto de seres vivos.

Otra leyenda habla de un tipo especial de vampiro-murciélago llamado azemán, muy frecuente en Sudamérica, que tiene la forma de una mujer durante el día y por la noche se transforma en un murciélago. Cada noche sale de caza en busca de nuevas víctimas para arrancarles un dedo del pie. Cuando la sangre brota, el vampiro bebe hasta quedar saciado y, al llegar el día, vuelve lleno de vida a su forma de mujer.

Lo cierto es que algunos vampiros son capaces de transformarse en murciélagos de forma natural, como lo hace un licántropo. Esta forma les permite escapar rápidamente de un enemigo o, incluso, entrar en las casas de mortales sin su consentimiento, cosa que no pueden hacer cuando están en su forma de vampiro, al no ser que reciban una invitación formal.

EL BESO DE UN VAMPIRO

Detectar a un vampiro

Existen signos inequívocos para saber que estamos ante un vampiro. A los días de fallecer el sospechoso se abre la tumba y se examina el cuerpo. El cadáver de un vampiro no se descompone, y, a pesar de su palidez y rostro ojeroso, sobre todo si no se ha alimentado recientemente, presenta un aspecto casi saludable que persiste por más que pasen los días....

Los nuevos vampiros siempre vuelven a su tumba durante el día, pero con los años pueden descansar en casas y mansiones que habilitan para este fin y donde ubican sus ataúdes.

El beso del vampiro

La forma de generar un nuevo vampiro no es muy complicada si se tiene el suficiente autocontrol. Solamente un vampiro puede crear a otro mediante “el beso del vampiro”; cuando una víctima se encuentra ante un vástago es muy fácil que quede hipnotizada y seducida por éste, entonces el vampiro busca la arteria carótida de su víctima (los vampiros prefieren la sangre limpia), a la que accede fácilmente desde el lateral del cuello, y clava sus colmillos con una gran precisión. De este modo puede beber de la víctima todas las veces que necesite sin que se desangre excesivamente. Este proceso puede durar varios días o algunos minutos, dependiendo del beso, pero suele concluir de la misma forma; la víctima muere de debilidad. Una vez que ya no queda sangre del mortal, justo en su último hálito de vida, el vampiro creador llena con su propia sangre el cuerpo de la víctima. Una sola gota de sangre vampírica sobre la boca del fallecido es suficiente para que despierte la Sed y comience a beber. Pasados unos días o, puede que incluso unas pocas horas, el muerto despierta en su tumba como un nuevo vástago.

No todos los “besos de vampiro” acaban con un nuevo vástago. Si el mortal no es desangrado y no muere, pero ha bebido la sangre de un vampiro, sigue viviendo normalmente aunque adquiere una nueva fuerza y vitalidad. Le afecta menos el paso del tiempo y su aspecto es de lo más saludable, pero se crea una dependencia con el vampiro de manera que podríamos decir que pasa a ser su “esclavo”, creando también un vínculo sexual, y haciendo todo lo que el vampiro le pida por un poco más de su sangre.

Nueva “vida” para el vampiro

El nuevo vampiro conserva el mismo aspecto que tenía cuando estaba vivo, aunque los más observadores notarán una mirada distinta, más primaria, cruel y salvaje. La mirada de un depredador cuyos sentidos son ahora más agudos. Su cuerpo no proyecta sombra alguna y desaparece su reflejo en el espejo. También empiezan a destacar sus alargados incisivos, normalmente contraídos hasta el momento de la caza, las orejas ligeramente más puntiagudas, el mal aliento y, en algunos casos, el vello abundante en las palmas de las manos.

Al cuerpo del neonato llega, también, la muerte de los órganos. El corazón no late, los pulmones no respiran y el estómago tampoco hace la digestión. De ahí que el único alimento que necesita un vampiro sea la sangre de un ser vivo, y la necesita, precisamente, para impedir que continúe el proceso de putrefacción de su cuerpo mortal. Esta sangre no pasa ya por venas ni arterias, si no que se distribuye homogéneamente por el interior del cuerpo mediante ósmosis. La sangre pasa a ser el único fluido presente en el cuerpo del vampiro, y por esto lloran oscuras lágrimas de sangre. Es algo paradójico que se diga de los vampiros que son inmortales, porque realmente lo son mientras encuentren sangre que permita que no se descomponga su cuerpo. Un vampiro también tiene sus propias luchas internas. Siente una obsesión, por no decir adicción, a la sangre. El Hambre del vampiro nunca descansa y lo lleva a estar siempre al límite, en eterno conflicto sobre alimentarse o dejarse llevar totalmente para saciar la Sed. Es duro convivir con la Bestia dentro que, constantemente, lucha para ser liberada y cometer los crímenes más atroces. Sólo los vampiros con gran autocontrol muestran esa poca humanidad que, a veces, parecen tener.



 

miércoles, 26 de octubre de 2011

Cual es mi proposito -What is my purpose?

bueno soy nuevo en esta pagina no la manejo muy bien que digamos para espesar yo soy una persona que admira a los vampiros o como dicen los muertos vivos siempre tuve una gran duda ´´Existen en ven realidad´´ quisiera saberlo por mi mismo mediante este blog investigue pagina tras pagina y vi comentarios de ´´vampiros reales´´ que cuentan como se transformaron de mortales a immortales y otros de ´´clanes vampiricos reales´´ leí libros y todo lo que tenga que ver con vampiros y quisiera encontrar uno aquí uno real no un obsecionado con mentalidad de psicópata sediento de sangre bueno el tiempo lo dirá si encuentro uno o no.
Atentamente: Lestat.
well i am new to this site not handling too well to thicken I am a person who admires the vampires or the undead as they say I always had a big doubt exist in reality would come to know myself through this blog page after investigation page and saw comments that have real vampires as transformed from mortal to immortal and real vampire clans other books and read everything that has to do with vampires and would like to find a real one here no one minded obsessed, bloodthirsty psychopath good time will tell if I find one or not.
 Sincerely, Lestat.